Desarrollo Personal
El poder del dialogo interno - Únicos Visionarios
Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias. JOHN LOCKE
Todos tenemos un diálogo interno, el cual nos puede motivar o desmotivar, construir nuestra personalidad o destruirla. El lenguaje no sólo es importante para comunicar nuestras ideas a los demás, sino que también es primordial para hablar con nuestro yo. ¿Cómo hablas contigo mismo? ¿Reclamándote? ¿Regañándote? ¿Felicitándote por tus logros?
La forma y el contenido de las palabras hacia ti mismo pueden lograr derrumbarte o motivarte de tal forma que nada ni nadie te pueda detener, por eso es importante que utilices aquellas palabras que te motivarán, recuerda que siempre estás hablando contigo mismo aunque no lo quieras.
El diálogo interno no sólo son frases aisladas, son poderosas instrucciones. Así como una obra de teatro, elabora un guión y repíte siempre, a todas horas, en cualquier lugar, aunque no creas lo que escuchas o visualizas.
Si te has creído los diálogos absurdos que has repetido desde hace años, los cuales te han hecho ser infeliz, al cambiarlos por unos constructivos, en algún momento tu cerebro creerá que son verdad y le indicará a tu cuerpo lo que tiene que hacer.
Napoleón Hill, en su libro Piense y hágase rico, dijo: «Cualquier idea, plan o propósito se puede injertar en la mente mediante la repetición del pensamiento», por eso, repite a diario lo que deseas ser y lograr, en algún momento todo cambiará.
El diálogo interno no sólo son frases aisladas, son poderosas instrucciones. Así como una obra de teatro, elabora un guión y repíte siempre, a todas horas, en cualquier lugar, aunque no creas lo que escuchas o visualizas.
Si te has creído los diálogos absurdos que has repetido desde hace años, los cuales te han hecho ser infeliz, al cambiarlos por unos constructivos, en algún momento tu cerebro creerá que son verdad y le indicará a tu cuerpo lo que tiene que hacer.
Napoleón Hill, en su libro Piense y hágase rico, dijo: «Cualquier idea, plan o propósito se puede injertar en la mente mediante la repetición del pensamiento», por eso, repite a diario lo que deseas ser y lograr, en algún momento todo cambiará.
Instala «mentiras piadosas» en tu mente y en las de las personas de tu alrededor, verás que éstas hacen verdaderos milagros para atraer el éxito, la riqueza e incluso la salud. si tú te la crees, ya llevas mucha ventaja sobre los demás. Ellos podrían tacharte de «iluso», «soñador» o demás apelativos, pero ellos no instalarán en su mente el deseo de triunfar, ser feliz o tener dinero. Nuestro cerebro no distingue entre una broma o algo en serio, simplemente actúa, tú debes darle las instrucciones necesarias para lograr lo que desees.
¿Cómo redactar una «mentira piadosa»? Sigue estas instrucciones:
1. Utiliza frases cortas y positivas, por ejemplo: «Es sencillo encontrar un buen empleo». Nunca utilices frases carentes de sentido, largas o pesimistas («Ojalá encuentre empleo»).
2. Háblate a ti mismo, no a otro. Por ejemplo: «Es fácil ganar dinero» o «Encuentro fácilmente oportunidades de negocio», en lugar de «Para muchos es fácil ganar dinero» u «Otros encuentran oportunidades de negocio».
3. Elabora las frases en tiempo presente o futuro, no en pasado. Por ejemplo: «Puedo ser feliz» en lugar de «Antes fui feliz».
Recuerda que una «mentira piadosa» en algún momento se hará realidad, por ello no te preocupes si no crees en ella desde el inicio, tu mente en algún momento lo hará.
Repítete a diario lo excelente que eres, lo saludable y exitoso que te has vuelto. Dilo todos los días, a todas horas, en algún momento tu mente se lo creerá.
Ver: El precio de la grandeza es la responsabilidad del Pensamiento
Tú eliges qué palabras utilizar, sólo espero que sean las que te hagan cada vez más exitoso, feliz y saludable. Existen diversas palabras llenas de poder mediante las cuales, si te las repites, lograrás un cambio total. También hay palabras destructivas que te abatirán como si fueran látigos.
Cuando una persona se dice constantemente que es inútil, entonces no le quedará otra opción que comportarse como tal. Algunos psicólogos afirman que las palabras son como leyes en la mente, por ello no nos queda más remedio que obedecerlas. Nuestro cerebro no distingue entre decirlo en serio o en broma.
1. Piensa en lo que deseas, nunca en lo que no deseas. Nuestro subconsciente sólo acepta lo que decimos, no se da cuenta de si lo deseas o no, simplemente lo acepta y punto. Así, si piensas: «No quiero ser inaceptado», tu subconsciente creerá que deseas ser inaceptado y lo lograrás.
2. Piensa en primera persona. Siempre dirige los mensajes a ti, nunca digas: «Es una persona feliz» cuando quieras decir «Soy una persona feliz».
3. Piensa en tiempo presente. Recuerda pensar en tiempo presente, así, tu mente se alista para actuar de inmediato; si lo haces en futuro, esperará a que algún día llegue, y si lo haces en pasado, ya no podrá hacer nada.
4. Si utilizas la palabra «no» sólo te traerá dificultades. Si introduces pensamientos negativos, obtendrás resultados negativos.
El subconsciente solamente recibe el mensaje después del «no», por ello, cuando te dices: «No debes dudar para actuar», tu subconsciente entiende: «Debes dudar para actuar». Es diferente decir «quiero esto» a «deseo esto»: lo primero te invita a actuar; lo segundo, a dejarlo para después. También debes cambiar palabras como «quiero esto» por «tengo esto»; si lo haces, verás un cambio fantástico en tu vida, ya que comenzarás a actuar, en lugar de a posponer. Las palabras que uses deben surgir desde dentro de ti, confiando en ese ser tan maravilloso que eres. Si crees que eres vulnerable, lo serás, y si supones que eres fuerte, tu cerebro buscará la forma de que lo seas en todo momento.
1. Utiliza frases cortas y positivas, por ejemplo: «Es sencillo encontrar un buen empleo». Nunca utilices frases carentes de sentido, largas o pesimistas («Ojalá encuentre empleo»).
2. Háblate a ti mismo, no a otro. Por ejemplo: «Es fácil ganar dinero» o «Encuentro fácilmente oportunidades de negocio», en lugar de «Para muchos es fácil ganar dinero» u «Otros encuentran oportunidades de negocio».
3. Elabora las frases en tiempo presente o futuro, no en pasado. Por ejemplo: «Puedo ser feliz» en lugar de «Antes fui feliz».
Recuerda que una «mentira piadosa» en algún momento se hará realidad, por ello no te preocupes si no crees en ella desde el inicio, tu mente en algún momento lo hará.
Repítete a diario lo excelente que eres, lo saludable y exitoso que te has vuelto. Dilo todos los días, a todas horas, en algún momento tu mente se lo creerá.
Ver: El precio de la grandeza es la responsabilidad del Pensamiento
Tú eliges qué palabras utilizar, sólo espero que sean las que te hagan cada vez más exitoso, feliz y saludable. Existen diversas palabras llenas de poder mediante las cuales, si te las repites, lograrás un cambio total. También hay palabras destructivas que te abatirán como si fueran látigos.
Cuando una persona se dice constantemente que es inútil, entonces no le quedará otra opción que comportarse como tal. Algunos psicólogos afirman que las palabras son como leyes en la mente, por ello no nos queda más remedio que obedecerlas. Nuestro cerebro no distingue entre decirlo en serio o en broma.
1. Piensa en lo que deseas, nunca en lo que no deseas. Nuestro subconsciente sólo acepta lo que decimos, no se da cuenta de si lo deseas o no, simplemente lo acepta y punto. Así, si piensas: «No quiero ser inaceptado», tu subconsciente creerá que deseas ser inaceptado y lo lograrás.
2. Piensa en primera persona. Siempre dirige los mensajes a ti, nunca digas: «Es una persona feliz» cuando quieras decir «Soy una persona feliz».
3. Piensa en tiempo presente. Recuerda pensar en tiempo presente, así, tu mente se alista para actuar de inmediato; si lo haces en futuro, esperará a que algún día llegue, y si lo haces en pasado, ya no podrá hacer nada.
4. Si utilizas la palabra «no» sólo te traerá dificultades. Si introduces pensamientos negativos, obtendrás resultados negativos.
El subconsciente solamente recibe el mensaje después del «no», por ello, cuando te dices: «No debes dudar para actuar», tu subconsciente entiende: «Debes dudar para actuar». Es diferente decir «quiero esto» a «deseo esto»: lo primero te invita a actuar; lo segundo, a dejarlo para después. También debes cambiar palabras como «quiero esto» por «tengo esto»; si lo haces, verás un cambio fantástico en tu vida, ya que comenzarás a actuar, en lugar de a posponer. Las palabras que uses deben surgir desde dentro de ti, confiando en ese ser tan maravilloso que eres. Si crees que eres vulnerable, lo serás, y si supones que eres fuerte, tu cerebro buscará la forma de que lo seas en todo momento.
Anthony Robbins dice lo siguiente:
Cuando te dices a ti mismo: «No puedo», lo que debes preguntarte enseguida es: «¿Qué pasaría si pudiera». La respuesta sería una lista de acciones y sensaciones positivas, estimulantes. Crearías nuevas representaciones de posibilidades y de ahí, nuevos estados y nuevos resultados posibles. Sólo con hacerte esa pregunta empezarías a cambiar tu fisiología y tu pensamiento, haciendo que el propósito sea más factible. Además, podrías preguntarte: «¿Qué me impide hacerlo ahora?», con lo cual se pondría de manifiesto lo que debes cambiar concretamente.
Siendo exacto, el problema no son las palabras en sí mismas, sino el enfoque que les das a ellas; dependiendo de él, puedes construir una vida sana o seguir quejándote de lo que te pasa.
Cuando te dices a ti mismo: «No puedo», lo que debes preguntarte enseguida es: «¿Qué pasaría si pudiera». La respuesta sería una lista de acciones y sensaciones positivas, estimulantes. Crearías nuevas representaciones de posibilidades y de ahí, nuevos estados y nuevos resultados posibles. Sólo con hacerte esa pregunta empezarías a cambiar tu fisiología y tu pensamiento, haciendo que el propósito sea más factible. Además, podrías preguntarte: «¿Qué me impide hacerlo ahora?», con lo cual se pondría de manifiesto lo que debes cambiar concretamente.
Siendo exacto, el problema no son las palabras en sí mismas, sino el enfoque que les das a ellas; dependiendo de él, puedes construir una vida sana o seguir quejándote de lo que te pasa.
Fuente ¿Depresión? No, Gracias JUAN ANTONIO GUERRERO CAÑONGO
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