Finanzas
25 REGLAS FINANCIERAS SIEMPRE ÚTILES - Únicos Visionarios
Dicen que no hay nada nuevo bajo el sol y estoy de acuerdo. Cuando se habla de finanzas personales, hablamos de lo mismo desde diferentes puntos de vista, con diferentes estilos, pero sí, hablamos de lo mismo. La cosa es que aunque lo “sepamos” nos sigue costando trabajo. Por eso, esta lista no está de más.
•Ahorra por lo menos el 10% de lo que ganas. Haz de cuenta que no lo recibes. Lectura Recomendada El Hombre más rico de Babilonia George S. Clason
•Lleva un registro de gastos. Es más sencillo que ajustarse a un presupuesto y los resultados te harán desear cambiar algunos hábitos.
•Ahorra, invierte en instituciones financieras establecidas. Nada de “negocios fabulosos” que permiten ganar mucho con poco.
•Investiga quién ofrece las mejores tasas y las menores comisiones.
•Siempre considera tu capacidad de pago real cuando adquieras una deuda y eso incluye contemplar escenarios malos, como perder el empleo, no recibir ese bono o tener menos flujo de clientes.
•A crédito solo algunas cosas. Yo recomiendo que sean cosas muy onerosas (como una casa) o que representen un instrumento para “hacer más dinero”, como la computadora, herramienta o incluso inventario.
•Planea tus compras. No se puede tener todo al mismo tiempo, así que puedes darte tus lujos, pero planea bien cómo comprarás, dónde y cuándo.
•Paga siempre el total de tu deuda en tarjeta. Esto es más fácil cuando la usas lo menos posible. No pagas intereses y puedes financiarte por 30 días gratis.
•Balancea tu chequera. No es difícil y pocas cosas son más molestas e inútiles que “regalarle” al banco 1000 pesos por cheque rebotado.
•Paga tus cuentas a tiempo. Nada de cargos por mora, intereses o hasta molestas llamadas solicitando “amablemente” tu pago.
•No pidas prestado a menos que sea verdaderamente necesario. Pedir para pagar los regalos navideños no es verdaderamente necesario.
•A la hora de comprar un auto nuevo no se te olvide considerar: nivel de devaluación en el mercado de la marca que quieres comprar, el pago de tenencia, el costo del seguro y el costo de los servicios y refacciones.
•Ahorra para tu retiro en un instrumento que mantenga el dinero por encima o al nivel de la inflación.
•Compra un seguro de gastos médicos que se adecue a tus necesidades y presupuesto.
•Procura que siempre la suma asegurada del sgmm sea ilimitada.
•Cuando tengas una “época de vacas gordas” incrementa el porcentaje de ahorro, no de gasto.
•Usa la prevención en la salud. Cuesta mucho menos: ve al dentista dos veces al año, a la revisión ginecológica y proctológica una vez al año, realiza un chek up anual, etcétera.
•Cuida tus claves y contraseñas, así como tus tarjetas. Es un lío cuando pasa algo.
•Mantente al pendiente de tus estados de cuenta, guarda tus vouchers, tickets y garantías.
•Si prestas dinero, recuerda que para no perderlo tienes que ser cobrador. Si no te gusta cobrar o que se enojen contigo por cobrador, mejor pon cara de no tengo.
•Invertir no es difícil, pero hace falta educarnos un poquito. Hoy todo está a la mano en internet y existen instituciones financieras que nos pueden ayudar.
•Gasta menos. Averigua todas las formas en las que puedes gastar menos luz, menos agua, menos horas en transporte, menos papel, etcétera.
•Establece metas financieras y sus tiempos. Estas representan los faros que nos guían a través de nuestro camino. Sin ellas andamos como pollos sin cabeza esperando que algún día (como por arte de magia) se “cumplan nuestros sueños”.
•Establece prioridades. Se piensa que quien ahorra es un codo que no sabe vivir. Esto no es verdad si ahorramos para las cosas que realmente nos importan y dejamos de gastar en las que no nos afectan.
•Disfruta de la vida y de lo que sí tienes. Una cosa rara que tiene el dinero (y lo que se puede comprar con él) es que parece que nunca es suficiente, que si tuviéramos un poco más, entonces seríamos tantito más felices. Si disfrutamos lo que tenemos hoy, podremos realmente disfrutar lo que tendremos mañana. Al revés no funciona.
•Ahorra por lo menos el 10% de lo que ganas. Haz de cuenta que no lo recibes. Lectura Recomendada El Hombre más rico de Babilonia George S. Clason
•Lleva un registro de gastos. Es más sencillo que ajustarse a un presupuesto y los resultados te harán desear cambiar algunos hábitos.
•Ahorra, invierte en instituciones financieras establecidas. Nada de “negocios fabulosos” que permiten ganar mucho con poco.
•Investiga quién ofrece las mejores tasas y las menores comisiones.
•Siempre considera tu capacidad de pago real cuando adquieras una deuda y eso incluye contemplar escenarios malos, como perder el empleo, no recibir ese bono o tener menos flujo de clientes.
•A crédito solo algunas cosas. Yo recomiendo que sean cosas muy onerosas (como una casa) o que representen un instrumento para “hacer más dinero”, como la computadora, herramienta o incluso inventario.
•Planea tus compras. No se puede tener todo al mismo tiempo, así que puedes darte tus lujos, pero planea bien cómo comprarás, dónde y cuándo.
•Paga siempre el total de tu deuda en tarjeta. Esto es más fácil cuando la usas lo menos posible. No pagas intereses y puedes financiarte por 30 días gratis.
•Balancea tu chequera. No es difícil y pocas cosas son más molestas e inútiles que “regalarle” al banco 1000 pesos por cheque rebotado.
•Paga tus cuentas a tiempo. Nada de cargos por mora, intereses o hasta molestas llamadas solicitando “amablemente” tu pago.
•No pidas prestado a menos que sea verdaderamente necesario. Pedir para pagar los regalos navideños no es verdaderamente necesario.
•A la hora de comprar un auto nuevo no se te olvide considerar: nivel de devaluación en el mercado de la marca que quieres comprar, el pago de tenencia, el costo del seguro y el costo de los servicios y refacciones.
•Ahorra para tu retiro en un instrumento que mantenga el dinero por encima o al nivel de la inflación.
•Compra un seguro de gastos médicos que se adecue a tus necesidades y presupuesto.
•Procura que siempre la suma asegurada del sgmm sea ilimitada.
•Cuando tengas una “época de vacas gordas” incrementa el porcentaje de ahorro, no de gasto.
•Usa la prevención en la salud. Cuesta mucho menos: ve al dentista dos veces al año, a la revisión ginecológica y proctológica una vez al año, realiza un chek up anual, etcétera.
•Cuida tus claves y contraseñas, así como tus tarjetas. Es un lío cuando pasa algo.
•Mantente al pendiente de tus estados de cuenta, guarda tus vouchers, tickets y garantías.
•Si prestas dinero, recuerda que para no perderlo tienes que ser cobrador. Si no te gusta cobrar o que se enojen contigo por cobrador, mejor pon cara de no tengo.
•Invertir no es difícil, pero hace falta educarnos un poquito. Hoy todo está a la mano en internet y existen instituciones financieras que nos pueden ayudar.
•Gasta menos. Averigua todas las formas en las que puedes gastar menos luz, menos agua, menos horas en transporte, menos papel, etcétera.
•Establece metas financieras y sus tiempos. Estas representan los faros que nos guían a través de nuestro camino. Sin ellas andamos como pollos sin cabeza esperando que algún día (como por arte de magia) se “cumplan nuestros sueños”.
•Establece prioridades. Se piensa que quien ahorra es un codo que no sabe vivir. Esto no es verdad si ahorramos para las cosas que realmente nos importan y dejamos de gastar en las que no nos afectan.
•Disfruta de la vida y de lo que sí tienes. Una cosa rara que tiene el dinero (y lo que se puede comprar con él) es que parece que nunca es suficiente, que si tuviéramos un poco más, entonces seríamos tantito más felices. Si disfrutamos lo que tenemos hoy, podremos realmente disfrutar lo que tendremos mañana. Al revés no funciona.
No hay comentarios