DEJA DE HUIRLE AL ESFUERZO (Lo que vale la pena cuesta trabajo) - Únicos Visionarios

¿Se dan cuenta de cuánta energía invertimos para huir del esfuerzo? Le damos hasta cuatro vueltas a las cosas con tal de “no enfrentarlas” porque parece demasiado esfuerzo. 




Inventamos carros, motos, teléfonos, celulares, aspiradoras, etcétera, que, si bien es cierto, ayudan mucho, siendo sinceros la base de todos esos inventos es “evitar la fatiga” lo más posible. Queremos un vientre plano, así que alguien inventa un aparato que sin dietas, sin esfuerzo, con solo diez minutos de ejercicio, tendrás esos abdominales que parecen de plástico (de tan exactos que se ven). El mejor de los inventos. El colmo son las pastillas y líquidos “quema grasa”, que prometen, sin levantarte del sillón, esculpir tu cuerpo ¡Ajá!

Y ahí vamos como moscas a la miel, corriendo a comprar lo último que nos dicen que arreglará los problemas sin que nos cueste trabajo, tiempo, esfuerzo. Creo que es la naturaleza humana. Pero es naturaleza del mundo en que vivimos que las cosas necesiten diferentes niveles de esfuerzo para llevarse a cabo. 

Huirle al esfuerzo solo te llevará a seguir acumulando esa deuda. Seguir acumulando grasa en tu cuerpo, seguir desperdiciando dinero en el banco donde no te dan ningún tipo de rendimiento, seguir poniendo de pretexto el “no tener tiempo” para aprender un poco de finanzas, hacer 30 minutos diarios de ejercicio, dedicarle unas horas extras a ese proyecto que tanto te interesa, etcétera.

Huirle al esfuerzo también es la manera más efectiva de caer en fraudes, estafas y robos. ¿A quién le robó su contador?, al que le daba flojera checar lo que éste hacía y hacer él mismo los pagos en el banco. ¿A quién le cobró demasiados intereses el banco?, al que le dio flojera leer el contrato y las condiciones de su tarjeta. ¿A quién estafó esa empresa fantasma que prometía rendimientos maravillosos a cambio de un pequeño monto de inversión? ¡Adivinaron! Y, ¿no es irónico que huirle al esfuerzo termina costándonos más esfuerzo, dinero, tiempo, estrés y corajes…?

Todo lo que vale la pena cuesta trabajo en mayor o menor medida. ¿Queremos pasar nuestros días con puras cosas que no valen la pena solo porque nunca quisimos tomarnos la molestia? El problema es la desidia y ésta se ubica entre las dos orejas que tienes. Sé que es más fácil decirlo y escribirlo que hacerlo, pero el primer paso empieza por algún lado. 

Empieza hoy y, más pronto de lo que te imaginas, tus finanzas estarán mejor. Si el esfuerzo fuera tan malo, no dejaría tan dulces e increíbles recompensas.

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