La idea es detectar los puntos que anuncian un desequilibrio poco antes de que suceda o muy al principio. ¿Se puede descifrar el código del desbalance financiero?
Yo pienso que sí. Aquí seis llamados de alerta:
• ¿A dónde se fue? Si cuando sales de casa cuentas tu efectivo y al regresar ya no tienes nada y ni idea en qué te lo gastaste, puede ser un mal día (todos los tenemos), pero si te sucede más de dos veces por semana: alarma de desbalance.
• Estado de cuenta más gordo. De pronto te llega el estado de cuenta de tu tarjeta de crédito con un saldo mayor que el que “esperabas”. Si no pones control de inmediato a esta situación, fácilmente podría salirse de control.
• Constantes imprevistos. Si varias veces a la semana te sucede que debes gastar un poquito por acá y otro poquito por allá porque constantemente surgen pequeños imprevistos, como estacionamiento, desayuno fuera
porque no dio tiempo, pagar más en general por comodidad o prisa, es señal de falta de planeación y puede estar afectando otras áreas de tus finanzas (e incluso tu vida).
• ¿Prevención? La falta de prevención en áreas básicas como el fondo de emergencia o un seguro de gastos médicos puede fácilmente desbalancear tus finanzas a la menor provocación. Si no acostumbras prevenir, este es un
buen momento para empezar.
• Gastas más o ¿menos? Si no tienes una idea clara (no tiene que ser exacta) de cuánto gastas en relación con lo que ganas, esta es una alarma de desequilibrio inminente. Saber esto no es tan complicado, con solo elaborar un registro de gastos e ingresos generales tendrás una radiografía rápida.
• Tienes mucho de algo y poco de otra cosa. Siempre me han llamado la atención las casas humildes con enormes antenas parabólicas y un carro caro en la puerta. Eso habla de mucha desproporción. No es necesario llegar a ese extremo para que notes que tus posesiones y compras están
fuera de equilibrio. Por ejemplo, tienes el último celular, el mejor disco duro, los audífonos de gran calidad, pero en tu cocina los sartenes están rotos, nunca hay verduras y hace cinco años que no vas al dentista.
Ver: Las primeras señales que serás pobres en el futuro
Es fácil concluir que necesitamos balancear nuestros gastos. Descubre cuándo se empieza a cargar la balanza más para un lado que para el otro, no siempre. Ahí es donde debemos dirigir nuestra atención.
Yo pienso que sí. Aquí seis llamados de alerta:
• ¿A dónde se fue? Si cuando sales de casa cuentas tu efectivo y al regresar ya no tienes nada y ni idea en qué te lo gastaste, puede ser un mal día (todos los tenemos), pero si te sucede más de dos veces por semana: alarma de desbalance.
• Estado de cuenta más gordo. De pronto te llega el estado de cuenta de tu tarjeta de crédito con un saldo mayor que el que “esperabas”. Si no pones control de inmediato a esta situación, fácilmente podría salirse de control.
• Constantes imprevistos. Si varias veces a la semana te sucede que debes gastar un poquito por acá y otro poquito por allá porque constantemente surgen pequeños imprevistos, como estacionamiento, desayuno fuera
porque no dio tiempo, pagar más en general por comodidad o prisa, es señal de falta de planeación y puede estar afectando otras áreas de tus finanzas (e incluso tu vida).
• ¿Prevención? La falta de prevención en áreas básicas como el fondo de emergencia o un seguro de gastos médicos puede fácilmente desbalancear tus finanzas a la menor provocación. Si no acostumbras prevenir, este es un
buen momento para empezar.
• Gastas más o ¿menos? Si no tienes una idea clara (no tiene que ser exacta) de cuánto gastas en relación con lo que ganas, esta es una alarma de desequilibrio inminente. Saber esto no es tan complicado, con solo elaborar un registro de gastos e ingresos generales tendrás una radiografía rápida.
• Tienes mucho de algo y poco de otra cosa. Siempre me han llamado la atención las casas humildes con enormes antenas parabólicas y un carro caro en la puerta. Eso habla de mucha desproporción. No es necesario llegar a ese extremo para que notes que tus posesiones y compras están
fuera de equilibrio. Por ejemplo, tienes el último celular, el mejor disco duro, los audífonos de gran calidad, pero en tu cocina los sartenes están rotos, nunca hay verduras y hace cinco años que no vas al dentista.
Ver: Las primeras señales que serás pobres en el futuro
Es fácil concluir que necesitamos balancear nuestros gastos. Descubre cuándo se empieza a cargar la balanza más para un lado que para el otro, no siempre. Ahí es donde debemos dirigir nuestra atención.
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